James Castle, autodidacta, sordomudo y analfabeto
Autodidacta, sordomudo y analfabeto, artista del medio rural, Castle formuló un imaginario propio inspirado en la cultura popular que le rodeaba. Cuenta con una prolífica obra, con cerca de doscientos mil objetos, producto de una frenética actividad artística desarrollada a lo largo de casi setenta años. Sus dibujos, esculturas y libros gozan de una estética muy identificable. Para la realización de gran parte de su obra utilizaba materiales reciclados: envases, folletos comerciales, panfletos religiosos, facturas… El signo distintivo de los mejores dibujos de este artista es una economía de medios y de producción, puesta al servicio de la investigación de los estilos pictóricos.[…][…] (hoyesarte.com)