Sandra es una maestra muy especial, no solo porque enseña a niños sordos, sino porque ella misma se ha sobrepuesto a esa discapacidad, la cual no le impidió superarse ni luchar por cumplir sus sueños. Nació en Asunción Mita, Jutiapa, y aprendió a bailar flamenco con solo sentir la vibración de la música, aunque sus primeros años de estudio los cursó en la escuela Fray Pedro Ponce de León. A los 12 estudió en un colegio junto a niños oyentes, con las mismas exigencias. Esta entrevista se hizo a través de preguntas concretas, bien pronunciadas, para permitirle leer los labios.[…][…] (Armando Bendaña/ prensalibre.com)