Marcos no oye, pero sueña con ser el mejor profesor
Marquitos Martínez es sordo de nacimiento y conoce lo que significa dar la Prueba de Selección Universitaria (PSU). Lo sabe desde hace siete años, cuando rindió el test por primera vez, aunque no tiene gratos recuerdos de ello. “Me senté y sólo tenía un texto con lenguaje en español, por lo que se me hizo difícil entender todo y salí con una gran desazón. Al final, saqué sólo 400 puntos”, aseguró nuestro maduro estudiante a Alejandro Ibacache, quien fue el encargado de traducirnos lo que Marcos decía. Esa experiencia lo marcó, ya que sintió que perdía el tiempo enfrentándose al coladero, porque no se realizaba en su lengua, y desistió de participar en los futuros procesos de selección universitaria. Eso, hasta ayer. Porque a los 28 años volvió a atreverse a ingresar a un aula, gracias a la iniciativa del Ministerio de Educación, con el ministro Joaquín Lavín a la cabeza, y SENADIS, quienes realizaron el primer plan piloto de PSU accesible para estudiantes con discapacidad. […][…] (Belén Muñoz B.)
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